lunes, 28 de diciembre de 2009

Adiós 2009 - Bienvenido 2010


Y se fue un año!!!!

Aunque Andanzas por Valparaíso no cumple un año de vida, siempre en esta época uno comienza a hacer un recuento de lo que fue el año, una retrospectiva introspectiva, ver lo bueno y lo malo, sacar un par de cuentas, tirar la raya pa’ la suma (o pa’ la resta???) Uffff!!! Sencillamente hay pasajes de este año que botaría a la basura enterrándolos en el más profundo olvido, y otros momentos que pondría en el pedestal de los logros y aciertos. Uno de estos fue justamente comenzar a publicar frecuentemente en este blog. Así que me encantaría dar una miradita a lo escrito y repasar un poquito alguno de los textos.

Me parece que fue en abril cuando comencé con esta aventura de editar las “Andanzas por Valparaíso” y de invitarlos a caminar por la ciudad, fijando el foco cual fotógrafo en algunos puntos o tópicos que me parecieron interesantes. Por lo general, y esto a manera de confesión, quedo bastante contento con los artículos, en especial, con los títulos y los finales. Debe ser por mi actividad anterior que la síntesis de un título me parece tan fascinante y que una buena línea final me llena de gusto. Bueno, quiero pensar que he conseguido ambos en la mayoría de los textos. Por lo menos a mí me gustan mucho. Me he descubierto un escritor de artículos gozoso y no sufriente.

En general, escribir sobre Valparaíso, o más bien, sobre algunos temas recurrentes en la ciudad me ha provocado gran placer. Todos saben que disfruto particularmente de mi trabajo y de mis caminatas porteñas. Esto de escribir en Andanzas… ha sido como continuar en las caminatas pero masticando los contenidos que puedes ir capturando en la lectura diaria de la ciudad. Sin embargo, mis pretensiones siguen siendo modestas. No pretendo aparecer como un gran defensor de la ciudad y su patrimonio o como alguien que desee escalar a la posición de las soluciones. En realidad, mi idea sigue siendo poner un poco el acento donde me parece que debería ser puesto, pero quiero hacerlo como un ciudadano más, como cualquier porteño, algunas veces poniendo en el blog y por escrito lo que oyes en las opiniones callejeras, en las conversaciones cotidianas de ascensor, en el murmullo que te llega mientras disfrutas de la vista por el vidrio de la micro.

Lo más alucinante de todo y lo que me generaba gran expectativa era el feed back. Esa retroalimentación con la opinión que algunos te dejan y que van tornando tu artículo en una mesa de conversación en la que dan ganas de poner unos ceniceros y unos cafecitos, un poco en silencio sólo para promover el espacio a la conversación y discusión.

Justamente es mi afición leer y releer estos comentarios que van quedando colgados de los artículos. Me sorprende que todavía aparezcan nuevos comentarios en algunos de los primeros artículos publicados.

Algunos de los textos más queridos y no puedo evitar la tentación de hacer esto aunque mis otros hijos se molesten un poco:

La Feria de la Av. Argentina.

La estética de la Ruina (Un concepto en el cual quiero profundizar más)

El Bendito Maldito Mall (Simplemente disfruté este título, aunque el artículo me dio mucho trabajo)

Contrapunto (Con videos incluidos, sin embargo no causó tanto comentario. Lo reivindico por lo audiovisual)

Temporal (Los recuerdos de la lluvia y el alma soñadora infantil)

Dilema de Ascensor (Descender o Ascender). Otro título que disfruté mucho y un buen cierre de texto.

Grassroots ¿Cómo se cocina eso? (Gran momento de comentarios y de respuestas que generaron un mini debate con respecto al artículo)

Care’ Chancho. (Me encanta completo)

Un agradecimiento a todos los que se han detenido unos minutos a leer estos artículos y que han dejado su opinión aportando con sus líneas a los pasos de la caminata.

Aunque en el primer artículo los invitaba a todos a caminar conmigo y juntos hacer estas Andanzas por Valparaíso, ahora los quiero invitar a que nos sentemos por ahí, en cualquier vereda. Nos sentemos a observar el paisaje en silencio, a hacer cada uno su recuento de la caminata, tomar un respiro y esperar las 12 de la noche.



Después como sabemos… seguiremos caminando y haciendo estas Andanzas…

… por Valparaíso.

Feliz 2010.

Leo Silva

sábado, 5 de diciembre de 2009

Plan Rumbo (Navegando a la cuadra)

Uno de los grandes problemas que ha tenido Valparaíso en su desarrollo turístico es el de contar con un plan específico de marketing. Un plan que, en forma sistemática, se oriente a posicionar la ciudad en el mundo como un destino turístico deseable de visitar. Hasta ahora no había una definición clara sobre este punto. Definitivamente, el marketing para las autoridades de la ciudad resultaba algo tan complicado como el Chino Mandarín. La prueba de esto eran los constantes “golpes de timón”, la ausencia de una directriz clara, el nulo norte y pocas ideas al respecto.

Hasta que al fin se ha trazado un plan, un rumbo a seguir en la carta de navegación, con objetivos claros y precisos. Un puerto donde recalar finalmente y la forma de llegar a él.

Justamente de eso se trata el “Plan Rumbo”, un plan diseñado o en proceso de diseño, una búsqueda de las fortalezas de la ciudad, una mirada al marketing, creación de imagen de marca eficiente, finalmente una estrategia.

Para lograr esto se ha convocado a gente entendida en la materia que ha trabajado fuertemente y con éxito en lugares como Barcelona, Quito, Buenos Aires por nombrar algunos.

Saben qué???

No me cabe ninguna duda de que el plan desarrollado será bueno, eficiente y exitoso. Solo me queda una gran duda, un gran temor, un atisbo de falla, algo que como porteño sé muy bien que hay que mejorar a la par de este ambicioso plan.

Cuando algo así se pone en marcha, todos deben hacer su trabajo y cuidar la parte que les toca. Los consultores extranjeros harán su parte, y créanme que lo harán muy bien, pero ellos no pueden cuidar que la ciudad funcione y esté a punto; eso depende de otras entidades como la municipalidad y gobierno regional.

De dónde viene el temor?? La cosa funciona más o menos así. Cuando se hace un plan de Marketing y se realizan campañas publicitarias el producto publicitado debe estar muy firme y muy afiatado al concepto porque todo al final irá a parar a él.

Las estrategias de Marketing y las campañas comunicacionales y publicitarias buscan persuasivamente que la gente pruebe el producto “marketeado”. Ésa es su única función. Algunos dicen que hacen que consumamos productos o servicios o visitemos lugares, pero no es así. Lo único que hacen es lograr que un mercado específico pruebe un producto. Si el producto probado es bueno y mejor que el similar de la competencia, todo irá bien y de seguro se ganará un mercado que se fideliza. Pero si el producto probado no cumple con las expectativas generadas por el plan comunicacional, el resultado es terrible, porque el mercado que lo probó lo castiga no consumiéndolo más, en otras palabras, se logra el efecto contrario al buscado, puesto que también se fideliza al similar (nunca debí haberlo probado, el que consumía es mucho mejor).
Pero Valparaíso no es un cereal o una bebida o una pasta dental, podrá decir usted. No lo compra en un supermercado.

Da lo mismo. Funciona exactamente igual.

Si el Plan Rumbo logra hacer lo que dice que va hacer, la ciudad debe ser el lugar que la gente esperará encontrar, con los atractivos ofrecidos para ver y experimentar.

No es responsabilidad del Plan Rumbo si la ciudad se posiciona como un destino turístico y que al llegar, los pasajeros vean que de los tan mencionados Ascensores de la ciudad hay unos pocos funcionando y los demás se caen a pedazos. Si del tan mencionado sector Unesco no hay una visión clara de lo que significa la protección patrimonial, si de la mencionada influencia europea sus hitos permanecen cerrados e ignorados, si se sigue teniendo el problema de la (a mi gusto) falsa visión de la peligrosidad delictual de la ciudad, si sus eventos culturales en algunos casos son todavía amateurs, si hay barrios interesantes que son dejados de lado (el barrio del Almendral por ejemplo), si la identidad no se refuerza y si sistemáticamente se destruyen edificios importantes para construir nuevos modernos edificios fuera de concepto y los interesantes permanecen sucios y con fachadas llenas de carteles publicitarios de mal gusto… esta responsabilidad evidentemente le toca a otros.

Usted podrá decir: y qué importa si total los pasajeros ya vinieron y no lo harán dos veces seguidas.

Gran error. Los pasajeros toman contactos con otros y se informan de cómo fue su experiencia en la ciudad. Existen foros en Internet de viajeros donde se pasan datos y se aconsejan unos a otros. Los hay de cruceros, totalmente independientes de las compañías, que arman los viajes en donde futuros pasajeros consultan sobre las distintas travesías de barcos en el mundo. Lo sé muy bien, he tenido varios pasajeros que me han ubicado mediante esta simple vía de pasarse el dato. Algunos que ya estuvieron, comentan si su experiencia fue buena o mala. Por lo tanto, si se genera una expectativa interesante por visitar la ciudad y ésta no las cumple, tenga por seguro que el castigo se hará notar de esa forma. Hay que conocer la manera en que los extranjeros hacen las cosas, conocer la naturaleza del mercado que se busca atraer y como éste se comunica, opina y castiga. Puede que los chilenos seamos indolentes en ese sentido, pero los extranjeros no lo son y no dudan en actuar si algo les parece mal.

El Plan Rumbo aún no comienza su ataque estratégico y comunicacional. Recién prepara armas y aunque no estoy por dentro de este plan, puedo imaginar que se está en la etapa de la información, análisis y procesamiento. Pero también los otros estamentos deberían estar preparando armas y revisando su gestión para ver cómo van a solucionar los problemas patrimoniales que tenemos y sobre todo, generando desde ya el cambio de visión en la gestión.

Por qué sé que esto aún no sucede???

Muy simple. El cerro Concepción es la zona central del barrio patrimonial. La zona de los restaurantes que reciben a los pasajeros que hospedan en Cerro Alegre. Hoy día, y desde hace un mes más o menos, el cerro está siendo sometido a trabajos en la vía publica. Justo en el comienzo de la temporada alta. Esta temporada no es un fenómeno nuevo, es ya conocida por todos los que estamos involucrados en el quehacer turístico. Comienza en octubre y finaliza en abril. Existe una gran temporada baja en donde se pueden efectuar estos trabajos, donde hay días de semana en que sus calles quedan vacías y libres de turistas. Por qué se esperó justamente al comienzo de la temporada alta para efectuar estos trabajos???

Muchos de los restaurantes y negocios de la zona prácticamente subsisten y resisten la temporada baja esperando la tan ansiada alta y justo ahí les perforan las calles, les meten camiones, maestros, maquinaria semipesada, se levanta tierra, se cierran calles. Justo en el momento en donde comenzamos a pasar con turistas en caminatas, en donde comienzan a llegar transportes a los restaurantes y a los hoteles.

Los trabajos además se efectúan sin ningún criterio patrimonial. Se sacan adoquines y se vuelven a poner de cualquier forma, se diseñan arreglitos bonitos que no responden a lo que el lugar es, se pavimentan callejuelas de adoquines, se hacen de nuevo las veredas.

Por qué el departamento de obras de la municipalidad autorizó este trabajo en esta época??? No le consultó al departamento de patrimonio o al departamento de turismo???

Por qué en estos trabajos no hay expertos en cuidado patrimonial asesorando qué hacer y cómo se debe hacer??? En otro lugar se habrían hasta contado los adoquines y generado un mapa para reponerlos tal cual estaban.

Eso es lo que me preocupa. Esa falta de visión que será sometida a su prueba final cuando el Plan Rumbo comience a disparar a su target u objetivo. Ellos, muy profesionales, dispararán asertivamente. Créanme que lo harán, yo les creo que lo harán. Lo que me preocupa es si la ciudad estará preparada, si los ascensores - a quien sea que pertenezca su administración - estarán funcionando, si dejamos de ser provincianos en la gestión del cuidado patrimonial, si se deja de actuar como aficionados en la protección de las zonas importantes, si se demarcan las fechas para efectuar trabajos de renovación, etc.

El Plan Rumbo navega a la cuadra y despliega velas y trapos mientras prepara artillería.

Quiera Dios que la otra parte haga su trabajo, se prepare y cumpla con las expectativas.

Leo Silva