martes, 21 de septiembre de 2010

Valparaíso Manoseado

Para comenzar, una anécdota:

Caminaba por cerro Concepción hace un año atrás con mi hija de 15 años. En un momento apareció un guía de turismo con su grupo frente a la Iglesia Luterana. El guía les indica a sus pasajeros la iglesia y les dice: En este momento ustedes están frente a la Iglesia Anglicana.

Mi hija: Qué demonios. Papá!!! Esa no es la iglesia Anglicana. Vamos, diles algo, corrígele, es un error.

Obviamente no lo hice. Mi ética profesional me impide intervenir en el trabajo de un colega por respeto, aunque esté en un error. También, el dato no quedará en el recuerdo de los pasajeros más allá del asiento de sus aviones.

Ahora la cosa cambia cuando se institucionaliza la mala información y la mirada liviana y aún más, esta aparece en un programa de televisión de cobertura nacional.

Observe el siguiente video.


Desde hace un tiempo que Valparaíso está de moda. Se realizan películas y documentales en la ciudad, sin embargo algunos de ellos se hacen sin una investigación previa. Este fenómeno agrede a los habitantes de Valparaíso. Esta mirada de ciudad recién descubierta, en muchos casos por los capitalinos, es ofensiva pues Valparaíso está en el mismo lugar desde 1536 y los porteños conocemos cada detalle de la ciudad.

No tengo idea si este programa “City tour”, dedicado a Valparaíso, ha salido al aire o cuándo fue su presentación. Es probable que meses atrás. Sin embargo, no es tarde para lanzar esta crítica y exponer algunos puntos de lo que me parece no debería volver a repetirse.

Resulta chocante, por ejemplo, que en esta sección del programa, subida a mi blog, los personajes; el académico y arquitecto Federico Sánchez y el animador y periodista Marcelo Comparini, vean un quiosco de información y circuitos turísticos local y comenten que les han copiado a ellos y que su programa es un referente. Acto seguido comentan el lugar desde plaza Aníbal Pinto en una fiesta de irregularidades de información con respecto a la Casa del dibujante Lukas la cual sitúan en el Paseo Yugoslavo siendo que se encuentra en mirador Gervasoni y el hotel Brighton sindicándolo como una recuperación de una casa antigua, cuando en realidad es una casa nueva construida siguiendo los parámetros victorianos del sector.

El quiosco mencionado pertenece a Franco Tours de propiedad de Jaime Lanfranco. Lo conozco y lo respeto. Lo he visto trabajando desde hace mucho tiempo en su empresa y su concepto y realizando sus tours con pasión y entrega.

No solo él. Ahí están varias compañías pequeñas que se han dedicado seriamente a recopilar información y prepararse acuciosamente para la entrega de esta. Empresas como Enlace Turístico y la decana de todos nosotros Bohemia Tours que trabajaba en la ciudad desde el tiempo en que Marcelo Comparini hacía sus primeras armas en televisión en el programa Extra Jóvenes.

Me parece curioso que un programa de televisión asuma el contenido sobre un tour por Valparaíso sin ninguna investigación preliminar. Más aun cuando uno de los animadores es un arquitecto que, por formación, debe privilegiar la investigación previa. Se entiende que el concepto del programa es liviano y entretenido, donde los protagonistas tienen un mayor foco por su desempeño que el lugar mostrado. Que la información dada no debe ser académica sino que llevadera y casi humorística, sin embargo me afecta esta liviandad de contenido.

Este fenómeno que se vive en la ciudad en donde muchos están llegando y algunos guiando sin tener mucha idea, en donde se privilegia una mirada liviana, en donde se habla sin tener un respaldo, suele violentar a los porteños que sí conocen su ciudad y los detalles que la han formado.

En Valparaíso hay muchos personajes que podrían haber guiado de manera entretenida y humorística y al mismo tiempo, aportando el detalle justo, la mirada precisa y el dato en consecuencia.

Samuel León, Ingrid Marín, el mismo Jaime Lanfranco, todos porteños, todos de Valparaíso, conocedores, informados, preparados, para quienes Valparaíso no es solo un anecdotario de cosas curiosas, sino que es un portento de identidad digno de verse y estudiarse para compartir esta información y fijar la mirada en el momento preciso.

Este detalle no es menor. A los porteños no se nos pueden cambiar las coordenadas. Nosotros conocemos nuestra ciudad. Un momento notable en este programa es cuando en Plaza Sotomayor el hiperventilado arquitecto comenta sobre el diálogo de estilos arquitectónicos del sector, pero no tiene idea si Arturo Prat está enterrado en el monumento a los héroes de Iquique y habla de un barco enterrado bajo el monumento. En ese momento hablan con un porteño transeúnte quien les explica en forma corta y precisa hasta dónde llegaba la línea de mar y aporta un grado de información veraz.


Es muy fácil venir a hiperventilarse a Valparaíso, de hecho a nosotros mismos nos pasa frecuentemente caminando a diario por nuestra ciudad, sin embargo nuestra pasión nos ha llevado a la investigación. Nos hemos tomado en serio el hecho de habitar Valparaíso.

Recuerdo hace un tiempo una serie de dibujos animados chilena sobre un súper héroe porteño “Gato”. También en esa serial aparecía esta mirada capitalina en donde se dibujaba un Valparaíso en donde el mar aparecía tras la iglesia la Matriz cuando originalmente está en frente de la iglesia y se nos dibujaban casas y callejones que para nosotros, los porteños, simplemente no era Valparaíso. También en esa oportunidad no se investigó, no se consultó, no se buscó a un dibujante de comics de la ciudad como Juan Carlos Cabezas “Jucca”, que es capaz de diseñar espacios realmente porteños con los ojos cerrados. Se hacen estos programas con la buena intención, pero no se nos considera y no se nos toma en serio.

Desde estos videos subidos al blog se puede acceder con un click sobre ellos al canal de Youtube donde se puede apreciar toda la saga de este programa referente a Valparaíso. En todos ellos las imprecisiones son descomunales, en todos ellos la mirada liviana pasa a dar cuenta de esta visión casi folclórica que se tiene de nosotros. Es tanto así que incluso el delicado tema de los ascensores es tomado sin ninguna información previa. (Véase el capítulo dedicado a la Av. Argentina y los trolleybuses). También en todos ellos me di el trabajo de aclarar la información dejando los comentarios pertinentes para tratar de simplemente completar en algo esta falta de rigurosidad periodística.

Lo único que queda en claro es justamente esta visión capitalina. Queda en evidencia como se nos ve y por lo tanto el porqué no se nos toma en serio. Hemos pasado a ser una curiosidad, un evento, caso de zoológico, donde todos van a ver las gracias del mono sin querer saber cuál es el espécimen que están observando.

La televisión chilena hace gala de poco contenido y todos los chilenos duermen en el Soma de la tontera televisiva. Saludan a sus protagonistas en la calle, los encuentran entretenidos, los felicitan por sus gracias, sin caer en cuenta de que no se les toma en serio y que se les manosean sus referentes sin la menor delicadeza de una investigación previa y seria.

A mi parecer pueden hacer lo que se les venga en gana con sus programas, sin embargo, cuando se trata de Valparaíso, me permito exigir más respeto. Por su historia, por ser una ciudad única en el mundo, por su identidad y por sobre todo, por su gente.

Les dejo para finalizar, un hermoso video de Pascuala Ilabaca.

Esto es Valparaíso

Leo Silva