(Stencil anónimo, Valpo.)
Las últimas noticias sobre los ascensores de Valparaíso y el Mall - en el sector de Barón - no son para nada auspiciadoras.
Todo lo que se sabe de los ascensores hoy día y sobre su compra por parte del estado, el robo de cables sufrido por uno, la situación de las reparaciones de otros. Todo parece estar en un terminal stand by.
En el caso del Mall puerto Barón, solo se conoce del inminente inicio de obras de esta mega construcción para el primer semestre de este año, así anunciado por la empresa Mall Plaza. El hermetismo de la información es tal, que ni los concejales de la ciudad conocen a cabalidad el proyecto final.
Todo se ha vuelto hermético, oscuro. Todo camina agazapado bajo una cortina de humo. No hay información, no hay claridad por parte de los ciudadanos. Solo los que saben, también saben el por qué de la ausencia de información. Algo huele muy mal en todo esto, algo parece terriblemente sospechoso, es como si hubiese un plan maestro que se ha activado y del cual no tenemos idea.
La lucha local por reactivar los ascensores, las marchas exigiendo su reapertura, los encaramientos públicos a las autoridades, las manifestaciones ciudadanas en contra del Mall Puerto Barón, no han corrido mejor suerte. Las Movilizaciones sociales que ocurren hoy en todo el país poniendo en primer plano problemáticas mayores, han relegado a un mortal segundo o tercer plano nuestra lucha local que en comparación con las grandes demandas, las grandes necesidades, aparecen casi banales.
Hasta podríamos decir que estas grandes demandas sociales, justas por lo demás, que ocuparon las calles y los titulares de todo el año 2011 y que prometen con continuar este año, en materia de las problemáticas patrimoniales locales, les han venido bastante bien a las autoridades regionales, que antes de eso se veían completamente ahogadas ante un Valparaíso que encaraba y exigía, pues donde la mirada ha cambiado el foco, ahí donde se ha dejado de observar, justamente se ha suspendido el trabajo y se ha avanzado aprobando aquello que no queríamos que se aprobara.
Los trabajos en ascensor Barón lucen detenidos. Lo mismo sucede con los trabajos en ascensor San Agustín. Se anunciaron los trabajos para ascensor Van Buren, el menos emblemático de la ciudad y con pompa se anunció la compra de 10 de los 15 ascensores de la ciudad.
Sin embargo, ya no hay más noticias al respecto. El tiempo pasa y todo parece quedar en promesas e intenciones sin concluir.
Resulta realmente agotador tener que dedicar tiempo para explicar una y otra vez, artículo por artículo, prácticamente uno al año, para reseñar lo importante que es nuestra cultura y nuestra identidad y los hitos que las traducen. Y del porqué, reparar y poner en funcionamiento los ascensores de Valparaíso y respetar la vocación portuaria de la ciudad nos resulta tan importante.
Estos hitos no hacen más que traducirnos. En cada uno de nosotros, los porteños, profundamente en nuestro ADN, se encuentra un gen de los elevadores de la ciudad. Todo lo que somos, está directamente relacionado con cómo la ciudad es. Una simbiosis desentrañable. Esto es lo que se llama identidad.
Si nuestros hitos no se respetan, si nuestra natural vocación no se respeta, si se intenta cambiar a la ciudad y transformarla en algo que no es, en una especie de Miami Cancunesco, ensalada kitsch foránea de Mall brillante con tiendas de comida Fast food, lockers, palmeritas caribeñas, etc. Es el comienzo del fin de Valparaíso así como lo conocemos. Con eso se instaura un mal concepto de progreso, se tomará y se validará esa línea conductual para realizar otros proyectos de la misma índole y así la ciudad se llenará de hoteles que no respeten la arquitectura tradicional y que solo mantengan una fachada, edificios acrílicos de “arquitectura internacional”, torres en los cerros, modernización de calles que deben ser restauradas. Después de eso, todo puede suceder.
Quizás los chilotes de Castro pidan a gritos un Mall. Bien por ellos que ya se los construyen (o mal por ellos que les agrede terriblemente su hermosa ciudad). Pero nosotros no. No queremos un Mall en Valparaíso y sí queremos todos nuestros ascensores funcionando e iluminados ahora ya!!!!.
Como empresario turístico repetiré hasta el cansancio que nuestros turistas no vienen a ver un Mall. Vienen a ver nuestros ascensores, nuestra solución a la chilena, eso les encanta. No vienen a ver un país pretencioso e aspiracionista. Una ciudad tercer mundista que “muestra la hilacha” tremendamente cuando se siente orgullosa de tener un Mall. Cuando eso suceda no querrán venir más justamente porque vienen arrancando de eso que les sobra.
Entonces, cuando percibo la dimensión oculta en que todo esto se lleva, me nace la sospecha (a la cual tengo derecho) de que esto es justamente lo que se pretende. Abrir una ciudad al negocio inmobiliario, avanzar a todo aquello que se transforme en un business, depredar los cerros, cambiar los planes reguladores, dejar morirse hasta sacar todo aquello lo que a nuestros genios mercantiles les parece feo, horrible, desgastado, cochino, inmundo. Fuera con los ascensores, fuera con los trolebuses, boten las casas viejas, maten a los perros… para finalmente, “Sáquenme a esta gente atorrante y libertina que se cuelga de cualquier rincón”.
La realidad se viene encima; se comenzará a construir un Mall y los ascensores de la ciudad cuelgan de un hilo de donde pende su compra por el estado. Es curioso darse cuenta que esta compra no nos asegura para nada que el propio estado vaya realmente a repararlos y ponerlos en funcionamiento. Aún no sabemos nada de un plan integral de reactivación después de que la compra sea eventualmente efectuada algún día.
Entre tanta nebulosa, un comentario efectuado en susurros que escuché en el ascensor Concepción. Este y el Ascensor Artillería (los más turísticos de la ciudad) serían cerrados inminentemente entre junio y julio. No se renovarían las patentes por parte de la compañía que los posee y su personal ya ha sido avisado. Esa es la realidad, lo demás son solo noticias oficiales de televisión.
Esperarán las autoridades a que salgamos a la calle en plan de protesta con ganas de tomarnos la Av. Pedro Montt, de cerrar la entrada a Valparaíso para ser oídos finalmente???
Porque esa parece ser la manera instaurada hoy día para poner los temas en la agenda.
De qué manera les decimos lo evidentemente claro???
Los Porteños, no queremos un Mall!!!!!
Los Porteños, sí queremos todos los ascensores de la ciudad funcionando ya!!!!!!
Leo Silva