domingo, 8 de noviembre de 2009

Care’ Chancho


Quizás una de las últimas leyendas mitológicas urbanas de Valparaíso fue el Cabeza de Chancho o el Cara de Chancho pronunciado por nosotros “Care’ Chancho”.

En los años 70´s se corrió la voz de un extraño personaje que recorría las calles de la ciudad sembrando el terror nocturno. Se decía que se sentía de noche el inconfundible sonido de un chancho que pasaba fuera de las ventanas. Todo el mundo comenzó a comentar sobre este ser que podías sentir a la misma hora en distintos lugares. Un hombre que tenía la cabeza de un chancho, que se agazapaba en las esquinas de los laberintos porteños, de una ciudad oxidada, de un sitio oscuro. Bien podía ser que se te apareciera en una escalera, en la calle, en un callejón. Caminabas solo, siempre de noche y de pronto sentías un olor profundo a azufre diabólico y oías el sonido de un chancho detrás de ti y su respiración agitada. Al voltear, ahí estaba siguiendo tus pasos el Care’ Chancho.

La gente comenzó a dejar comida en sus puertas para así alimentar a la bestia y lograr el favor de que no entrara a sus casas. Todavía tengo amigos que recuerdan haber participado en cacerías diurnas por las quebradas para tratar de ubicar la guarida de este ser. Todavía hay personas que juran que cuando fue capturado, el periódico de la ciudad publicó su fotografía. Este mito urbano tiene todas las características de leyenda donde muchos aseguran haber oído, haber sentido, haber participado, haber visto finalmente la fotografía salvadora del diario, el fin del monstruo.

Sin embargo, nunca quedó claro qué pasaba si te encontrabas con el Cara de Chancho. Si te mordía, si te mataba, si era augurio de tu pronta muerte, si te devoraba y encontraban tus restos esparcidos, si te hacía cosquillas o si te llevabas el susto de tu vida.

Nunca se supo qué hacía finalmente. Solo que andaba por la ciudad un ser cual hombre elefante con cabeza de chancho.

Bizarro puerto con Care’ Chancho. Valparaíso completo es, aún, este ser abyecto al que todos temen.

No vayas a Valparaíso, te dicen en Viña del Mar y Santiago. Te asaltarán, te patearán en el suelo, los flaites te querrán robar todo.

Mi hija estudia en un colegio de Viña del Mar. Sus compañeros no entienden cómo ella puede asistir a las actividades de la ciudad. Vamos al Carnaval a Valparaíso???. Estás loca??? Es la respuesta inmediata. Es muy peligroso.

Entusiasmado por el último Carnaval de los Mil Tambores, le comenté a un coordinador (muy joven) de unos circuitos que vive en la ciudad jardín. No fuiste al Carnaval de los Mil Tambores??? Ni loco!!!!!! Me dijo. Tengo un amigo al que le rompieron una botella en la cabeza.

La dueña de un hotel de Viña del Mar en donde frecuentemente voy a buscar mis pasajeros me preguntó si conocía a alguien en la Municipalidad de Valparaíso.

.- Para qué? le pregunté.

:- Es que es un escándalo cómo asaltan en esa ciudad; todos mis pasajeros que van vuelven robados, tajeados, etc. El otro día fui y la ciudad es horrible, no sé cómo puede ser Patrimonio de la Humanidad. Es sucia, estaba lleno de prostitutas ofreciéndose en la calle a plena luz del día. Estacionamos y no me quise bajar del auto, me quedé ahí aterrada.

Aún somos el Care’ Chancho. Tú, yo, el poeta Morales, Samuel León, el mudito al que le compro cigarrillos cada mañana y que con señas me da los buenos días.- Vamos a Valparaíso, pero al sector bonito porque lo otro, Dios me libre.

Care’ Chancho la señora diaria que con su escoba brujil barre la vereda de su casa. Care’ Chancho el feriante del Mercado Cardonal, Care’ Chancho el ascensorista del Polanco, Care’ Chancho el lanchero del puerto, Care’ Chancho el chofer de micro, más de mil jóvenes Care’ Chancho desfilando con sus tambores por la ciudad y bailando al ritmo de Hare Krishnas todos Care’ Chancho en Parque Italia, Care’ Chancho mi hija que baila con su padre Care’ Chancho en las batucadas.

Es mentira que el Care’ Chancho fue capturado y que su foto fue expuesta en un diario de la ciudad. El Care’ Chancho está vivo, el Care’ Chancho somos todos los porteños y es la traducción perfecta de este Valparaíso que atemoriza.

Como el monstruo, no está del todo claro qué es lo que le hacemos a nuestras victimas, si las robamos como eventualmente pasa en todas las ciudades del mundo; si hay desmanes después de una fiesta callejera, cosa que siempre pasa después de un partido de football; si asesinamos a todo el que ose cruzar las fronteras de nuestra monstruosa y bizarra ciudad; si somos augurio de muerte segura o si se llevan el susto de su vida en nuestras calles sucias y prostitutas.

No está del todo claro.

Solo sé que después de escribir este artículo saldré a la calle, a una caminata nocturna. Caminaré sin temor por la ciudad porque en toda mi vida nunca me ha pasado nada en ella, recorreré laberintos en busca de un bar para beber algo, saldré tarde de ahí sin temor alguno. Porque el Care’ Chancho soy yo. Vestiré mi hermosa Care’ Chancho, seré augurio de terror.

Oiiiiiinc!!!!!!!!!!!!

Leo Silva