Recuerdo que la primera vez que Arturo Morales, poeta, me comentó sobre su idea “Fundadores de Valparaíso” me sentí incomodo y de verdad me entró comezón. Incluso recordé cuando hace mucho tiempo atrás, me enteré por la prensa local de la “fundación de Valparaíso” llevada a cabo por mi buen amigo en una acción poética.
Qué osado y atrevido, pensé yo. Fundar una ciudad que nunca fue fundada, pues a Valparaíso los españoles sólo le dieron reconocimiento y título de ciudad pero no fundación.
Vivir en una ciudad que nunca fue fundada me encanta. Esta idea mágica de pertenecer a un lugar que forma parte del imaginario poético, literario y marino me subyuga. Es como ser personaje de ficción al lado de piratas, balleneros, bares, cabarets, velámenes, arboladuras, proas y popas cual “Pequod”, el velero que zarpara para dar caza a Moby Dick. Un lugar sin fundación es algo medio salvaje, con un no sé qué sin reglas, la libertad de poder escribir sobre estas hojas en blanco o de continuar las líneas trazadas caóticamente por otros que, como yo, nos tocó la suerte de habitarlo.
Lo cierto es que no había alcanzado a captar el profundo concepto de la idea de Arturo y fue él mismo que volvió sobre este punto en una mesa en plaza Aníbal Pinto, con unas entretenidas cervezas veraniegas.
Con la pasión habitual de nuestras conversaciones, me fue develando esta singular “voladita” que fue dejando de serlo para convertirse en un profundo concepto y futura ideología.
Me explicaba el poeta Morales: Fundar Valparaíso es un llamado a que los porteños nos miremos y tomemos cuenta de que, en realidad, todos y cada uno de nosotros fundamos Valparaíso a diario. Yo lo hice en una acción poética, sin embargo en su cotidiano todos los porteños lo hacen libremente y a su puro antojo y voluntad. Pero para nosotros resulta tan normal, que no nos damos cuenta de este simple y a la vez portentoso hecho.
Grandiosas y pequeñas fundaciones diarias. No hay muchos monumentos en la ciudad que estén dedicados a porteños originarios o transplantados y que den cuenta de su particular arrojo.
La verdad es que es cierto. Desde sus primeros tiempos los porteños han dado muestras de su capacidad de autogestión e inventiva, transformando a la ciudad en pionera en muchas áreas. Cuerpo de bomberos, alumbrado a gas, ferrocarril, equipo de futbol, canal de televisión, etc. Es innegable que muchos de esos arrojos de creatividad han provenido de los extranjeros, pero eso de alguna manera se convirtió en una impronta de la ciudad.
De genios y locos tenemos todos en Valparaíso, como aquel alemán al que le dio por crear el primer submarino y tenía tanta fe en su idea volada que no dudó en llevar a su hijo a la segunda inmersión, de la cual nunca emergió. Románticos esfuerzos que sirven de inspiración a poetas y músicos.
Es por lo mismo que la ciudad tiene este aire libertario e indomable. Los que arriban perciben de inmediato esta atmósfera, este aire de lugar donde todo puede pasar, donde todo es posible, donde quedan cosas por hacer y por lo que vale la pena luchar. Qué curioso que los mismos habitantes no lo perciban, cayendo en un frecuente desgano y oscuro pesimismo.
Hoy en día los porteños han olvidado esa impronta. Sin embargo, construyen sus casas en lugares imposibles, colgando de laderas empinadas, sin darse cuenta de que siguen fundando la ciudad.
Deberíamos estar informados de nuestras proezas y celebrarlas y homenajear al porteño que consigue un logro importante.
.- Por qué nunca sabemos cuando alguno de nosotros gana un premio, me pregunta Morales???
.- Por qué no los celebramos aquí mismo y le hacemos saber que lo reconocemos???
.- Por qué no le decimos que es un fundador más y que su acto por el que se ha destacado es una nueva acción fundacional???
Me inspira el poeta Morales y de inmediato me hace ver a los porteños como arrojados fundadores que duermen el sueño del día a día. Nadie les reconoce sus “actos fundacionales”, cuando todos deberíamos mirarlos orgullosos, sintiéndonos parte de sus triunfos, convirtiéndolos en nuestra propia inspiración. Ya me imagino un premio “Fundadores de Valparaíso” otorgado anualmente a nuestros genios y valores con ceremonia y carnaval para mostrarlos y aplaudirlos públicamente cual entrada de César en Roma.
Miro y miro y ahí están los fundadores de los Carnavales Mil Tambores, los gestores de la música desde los balcones, los payasos del Museo del Títere, el mimo Tuga interviniendo las calles, un gringo que desde su fundación dispara ideas salidas de sus “brainstorming”, el mismo Morales y sus emprendimientos y muchos más que crean editoriales para lanzar noveles escritores o geniales pintores que sencillamente venden sus tarjetas pintadas de las que salen ropas colgando y pasean su genialidad y locura por las calles sin ser advertidos.
De seguro los hay muchos más, con diversas actividades, algunas empresariales que disparan desde Valparaíso y aciertan. A todos ellos deberíamos homenajearlos y celebrarlos porque son nuestros, son nuevos fundadores de Valparaíso, crean y recrean la ciudad con su nueva genialidad.
Desde esas cervezas con el poeta que veo todo distinto. Arturo Morales tiene razón. Su idea y acto fundacional me ha tocado, obrando en mí el efecto de un optimismo alegre. Ya no veo oscuros porteños que van rumiando sus problemas cotidianos.
Ahora cuando salgo a la calle veo siempre a nuevos y potentes fundadores…
… fundadores de Valparaíso.
Leo Silva
¡AUSPICIA USTED!
Hace 9 años
Brillante...gracias por tanta buena vibra
ResponderEliminarRicardo
Leo a fundar se ha dicho.
ResponderEliminarMariliz
Muy bueno,
ResponderEliminarToda la razon, se debe dar importancia a aquellos inovadores que están ocultos, que han dejado huella y que quieren dejar.
Reconozcamos fundadores, apoyando las ideas de los que buscan hacer algo por la ciudad.
Saludos,
De haber unos cuantos que crean en no andar chaqueteando o tirando para abajo a la gente sería posible cambiarle ese malestar a la ciudad. Es un poco lo que se necesita y tu aportas mucho con tus comentarios a ello, a ser optimista.
ResponderEliminarArturo Morales
Es impactante como me ha llegado tu paper, pensar que fundar, normalmente, implica solo un gesto simbólico que normalmente se pierde o queda mencionado en viejos libros de historia.
ResponderEliminarUna linda visión para ocupar esta palabra, la cual comparte un compromiso de todos los habitantes de Valparaíso.
Seamos libres, creemos proyectos, ayudemos a la comunidad. Seamos fundadores.
Gran iniciativa, gracias Leo.
Rodrigo
¡Que buena idea!,
ResponderEliminarPero .... ¿como se funda una ciudad?. necesitamos un alarife que nos dibuje las calles, las cuadras, la plaza de armas, la iglesia, la alcaldia, el cementerio ..¿como?, ¿ya está hecho? ¿y quien lo hizo?..
Todos y cada uno de los habitantes de esta ciudad, la verdad es que Valparaíso no fue fundada una vez, si nó millones de veces y es por eso que es bella!!!, porque de tanto errar se comienza a acertar y lo que uno hizo sirve de inspiración y guia para el que viene despues.
Bien por la Perla de Pacífico, por la ciudad de las escaleras, de los poetas, de los ojos mirando hacia el infinito y del infinito mirandonos directamente a los ojos.
Bien por la ciudad que mas que fundada se ha fundido en el paisaje de la bahia natural y cual amalgama ha extraido la esencia y la ha modificado para dejarla expuesta como un cuadro, un mural del tamaño de una ciudad.
Orlando
Grandes comentarios sobre los Fundadores de Valparaíso.
ResponderEliminarPra fundar una ciudad??? Todos lo hacemos a diario y ese es el concepto. Mirémonos y observémonos en este proceso y felicitémonos a diario por nuestras pequeñas y enormes fundaciones.
Desde Valparaíso
Teillier,Lihn,Rojas,Neruda!!Chile, país de poetas maravillosos!
ResponderEliminarDiscúlpenme la disgresión, no conozco Valparaíso, sólo a través de la literatura y de las voces de amigos, y de mi hijo, que la han conocido y enamorado de ella, pero no quise pasar sin dejar un comentario en este excelente blog, al que llegué vagabundeando por internet en busca de buena poesía. Saludos desde la Argentina!
Estimada Luz: Muy agradecido por este hermoso comentario. Sin duda alguna Valparaíso es una hermosa ciudad que invita a poetas y artistas con su aire bohemio. Si debiera describirte la ciudad te diría que es un San Telmo y un La Boca metido en una coctelera y arrojado en una bahía de cerros que mira al Pacífico. Así, todo desordenado.
ResponderEliminarEn este blog incluí muchos links referentes a la ciudad para que la visites desde el ciber espacio.
Grandes abrazos a la Argentina que llevo en el corazón.
Desde Valparaíso, la ciudad de los poetas
Gracias Leo! Seguiré visitando el blog y descubriendo tu país a través de las voces de su rica cultura!
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