Fotografía tomada del Blog: Gardel en sus Monumentos
La actitud de espanto de Manuel Fuentealba, cantante de tangos del Bar Cinzano, corrobora este mito tan temido por los tangueros de Valparaíso. Yo ya me había encontrado con esta reacción temerosa desde que comencé a visitar los bares tradicionales de la bohemia de Valparaíso. Los tangueros siempre dejan un espacio para que el público solicite algún tango que deseen escuchar. Así comienzan a sonar “Garufa”, “Mano a Mano”, etc. Pero si alguien desinformado solicita el tango “Adiós Muchachos” inmediatamente recibe por respuesta un gesto de susto y reprobación. Después el músico de rigor se acercará y le explicará el porqué de este mito.
Según se dice, la tradición de “yeta” de este tango en particular viene desde Argentina. Adiós Muchachos habría sido el último tango cantado por Carlos Gardel (ícono máximo del género) en Medellín, antes de abordar el fatídico vuelo en donde moriría. Desde entonces esta composición sería considerada portadora de “mala suerte”. Además, el tango recuerda al gran Gardel y para todos los tangueros del mundo, Gardel no ha muerto.
Desde que me enteré de este mito, me pareció tremendamente interesante que la cultura callejera, arrabalera y portuaria de Valparaíso se hermanara con la de Bs. Aires. El tango es argentino y bonaerense. Se crio de “pibe” en la gran urbe y se iba de “milonga” a los tugurios portuarios de “La Boca”. Desde ahí se embarcó de polizón en los veleros que harían la travesía del Cabo de Hornos para desembarcar finalmente en este puerto y sentirse como en casa. El ambiente enrarecido de los bares de la bohemia de Valparaíso le proporcionó el hábitat ideal y la cultura tanguera se arraigó por la ciudad compartiendo la escena noctámbula junto con el bolero, el vals peruano y la cueca chilenera. Al final, se hablaban en argot y en buenas cuentas, somos todos porteños.
Cuando visité Bs. Aires, muchos de los códigos culturales bonaerenses comenzaron a guiñarme el ojo y hacer profundo contacto con mi ADN identitario. Extrañamente me sentí como en casa y me encaminé callejeramente a encontrar los hitos o a dejar que ellos mismos me salieran al encuentro al doblar alguna esquina.
Recordé la historia del “Tango yeta” y apenas tuve la oportunidad, traté de comprobar si la tradición se conservaba en la cuna del género. El momento vino en un restaurante del Barrio La Boca. El cantante de Tangos estaba inspirado y la parrillada con vino Malbec, deliciosa. De pronto el artista comenzó a preguntar a los clientes del día de dónde venían. Unos japoneses no entendieron lo que se les preguntaba, unos gringos tampoco y llegó mi turno. Envalentonado por el Malbec, le solté con orgullo porteño; “… vengo de un puerto del pacífico que algunos dicen que se parece a La Boca, vengo de Chile, Valparaíso…”
La cara del cantante se iluminó. Valparaíso??? Mirá vos. Y me dijo:
.- En Valparaíso hay un bar donde se canta Tango, El Cinzano se llama. Lo conocés? “Cho” quiero cantarme un tango ahí.
.- Por supuesto que lo conozco, es uno de mis bares favoritos, le dije, tremendamente orgulloso.
Acto seguido el cantante me dedicó el tango de los bohemios “Garufa”
Me sorprendió este corto diálogo. Yo estaba en la cuna misma del tango, a dos cuadras de “Caminito” y justo en ese lugar me vienen a hablar del “Cinzano” y no sería la única vez que Valparaíso me saldría a dar la mano en Bs. Aires. Estaba en el lugar indicado y me dispuse a averiguar sobre el mito.
.- Che, Marcelo (así se llamaba el cantante) Qué hay del mito del tango “Adiós Muchachos” que traería mala suerte a quien lo cante y no se le puede solicitar a los cantantes de tango. Es igual acá???
Me desilusionó su respuesta. No tenía idea del mito.
Tiempo después me encontré con la película “Assassination Tango” de Robert Duvall, una especie de doble plano de guión argumental con visos documentales. El protagonista, en busca de quien tiene que asesinar (ficción), se adentra en el mundo tanguero tradicional de bajo fondo (documental). Allí recibe aleccionamiento de danza y código y… Se le comenta la mala fama del tango “Adiós Muchachos”, de la mala suerte que traería a quien lo cantara o bailara.
Al fin apareció la mitología buscada. Con seguridad se había quedado enredada en la más antigua y profunda tradición siendo olvidada por los nuevos exponentes. Sin embargo, en Valparaíso, la tradición se mantiene absolutamente viva, convirtiéndose los músicos y exponentes del puerto en un sustrato de cultura tanguera.
Estoy al fondo del Bar Restaurant Cinzano de Valparaíso. Allí en un pequeño espacio antes de los baños los músicos del Bar: Peter, Myriam, Pollito, el español y Manuel Fuentealba se reúnen mientras esperan su turno para salir al escenario. En ese íntimo espacio suelo ser recibido para beber una copa de vino y compartir un ratito de conversación. Aprovechando la intimidad es cuando le pregunto a Don Manuel Fuentealba; Don Manuel. Y el tango Adiós Muchachos????
.- “… si yo no lo creía de verdad, pero por ahí por los años cuarenta veníamos de unas presentaciones con unos músicos argentinos y otros chilenos desde Quillota en un auto cuando algunos comenzaron a cantar la canción. Los argentinos se incomodaron.
.- Pará loco que ese tango es yeta. Mejor cortála.
Lo chilenos se rieron y siguieron cuando de pronto se largó a llover torrencialmente, el auto se ahogó y nos demoramos como 4 horas en llegar a nuestra próxima presentación.
.- Mirá si te cantas de nuevo la cancioncita, decían los argentinos.
.- Si ese tango es yeta, yo se lo digo!!!!!
Me termino la copa y me despido afectuosamente de los músicos, en especial de Don Manuel.
Me voy a la calle tranquilo, con un cigarrillo en la boca.
Al final, yo no he pedido el tango famoso y don Manuel no tendrá que cantarlo esta noche.
Solo que en la salida y como un gesto reflejo, doy tres golpecitos en la puerta de madera del bar.
Uno nunca sabe.
Leo Silva
Magnifico Leo !!!! , una de las tantas "leyendas" de la tierra rioplatense y la has contado magnificamente , sigo tus comentarios siempre porque es un poco estar ahi....ahi en ese cielo azul del puerto loco , con sus sabores...sus olores , su gente y sus misterios...un abrazo grande querido amigo !!
ResponderEliminarMuchas gracias Eduviges por tu comentario. Es una gran motivación el saber que te leen desde tan lejos.
ResponderEliminarUna hermosa mitología tanguera que he disfrutado mucho de seguirle un poco la pista.
Seguiré tratando de tomar la mano de mis lectores para caminar por Valparaíso.
Abrazos Totales
Tango bajo los puentes
ResponderEliminarEl sugiere gentil abrir la puerta
ella responde cariñosa enlazando el gesto al suyo
dice palabras de un idioma aprendido en el argot del silencio
contienen las miradas del mundo en sus ojos por un instante
el mundo son las pupilas que se miran haciendo viajes por las cuencas del texto en que parpadean luces de una ciudad sin nombre
Armar y desarmar el cariñoso nudo
bailar de memoria dando giros al bandoneón de un país que no existe es lo que hacemos
las siluetas buscan en el zigzagueo del paso caminos para
llegar a sus ojos
su cara contra la suya
el brillo de sus labios cortados con filos de noches penitentes que hieren en otros brazos su amor de luna
bajo los puentes la escena
ellos bailan apasionados
desterrados del mundo
por eso cuando les vemos
pareciera que él sugiere gentil abrir la puerta
ella responde cariñosa enlazando el gesto al suyo
Wow!!! Que hermoso poema. Quien será su autor o autora???.
ResponderEliminarMe quedo en el zigzagueo, en el paso, en la danza de estas hermosas líneas bailadas en comentario a mi texto.
Hermoso y emocionante
Agradecido profundamente
Genial como siempre, muy mi amigo. Un gusto leer sus andanzas por Valparaíso.
ResponderEliminarAgradecido amigo. Seguiremos caminando y desentrañando. Sacando joyas y pilchas de esta feria de las pulgas constante que es Valparaíso-
ResponderEliminarGracias Totales
Estas historias pueden ser copiadas por los escritores que después editan, así es que ojo!!!
ResponderEliminar... es mi forma de decir que está bueno! felicitaciones
Agradecido por tu comentario Paula. Es muy difícil poder cuidar ese pequeño gran detalle. Las inspiraciones suelen ser diversas y muchos citan a otros.
ResponderEliminarQuizás un simple Googleo en estos días de internet puedan revelar la fuente.
Me siento honrado con tu comentario
Digno de ser copiado.
Abrazos
Genial Leo!!! tus andanzas sacan de las entranas revueltas de este valpo loco cada historia y mito que uno normalmente como guia no encuentra en los libros de historia...
ResponderEliminarMMM podrias demas hacer un libro... te felicito y siga asi master...
Gracias Fabian: Justamente la idea es ir develando nuestros mitos e historias e ir aportando una opinión. Creo que de esa forma hacemos patrimonio intangible, validamos nuestra cultura, educamos sobre nuestra identidad y nos traspasamos información.
ResponderEliminarTambién, sumamos contenido a la nube informativa. Este contenido es fundamental para saber quienes realmente somos. Vivir en Valparaíso debe significar también HABITAR Valparaíso.
Gracias por lo del libro. Lamentablemente no tengo los pitutos para hacerlo, solo soy chileno y porteño. Quizás si alguien me lo propone lo haría gustoso. Mientras tanto sigo sumando historias, opiniones y visiones.
Grandes abrazos desde Valparaíso. La ciudad mitológica.
A veces la leyenda substituye a la realidad, pero lo que voy a contar ahora es realidad pura.
ResponderEliminarTendría yo unos 13 o 14 años y nuestro padre, Leonardo, me llevó a una reunión de sus colegas de trabajo, esas reuniones se hacían cada vez que uno de ellos se jubilaba, entonces los viejos adeptos de la buena mesa y del buen vino, que se reunían a menudo con los colegas en algun "Bar Radical" de algun pueblo o alguna ciudad de Chile donde hubiera una estación de tren, si, estoy hablando de viejos ferroviarios, recordaban los años pasados junto a quien se estaba despidiendo de "la activa", fue una comida en un bar en el puerto, todos los viejos bien vestidos, "pinteados", la buena conversa, los recuerdos, la buenas tallas y chistes y las promesas de continuar viéndose, al final de la reunión de pronto todos los viejos se pusieron de pié, se abotonaron sus vestones y en silencio escucharon un breve discurso en homenaje al jubilado y a seguir cantaron al unísono "Adios Muchachos compañeros de mi vida, barra querida de aquellos tiempos, me toca a mi hoy emprender la retirada ....." yo que por respeto tambien me había puesto de pié, dejaba que las palabras penetraran en mis oidos sin preocuparme de su significado y miraba atónito a esos viejos tan hombres, tan machos, siempre tan enteros, hombres que manejaban enormes locomotoras de toneladas de acero, cantar con los ojos anegados en lágrimas, es que ellos sabían de los esfuerzos de cada uno en mas de 35 años de vida trabajando juntos y todo estaba contenido en la canción, no era necesario entender las palabras una a una, bastaba con respirar ese momento.
Ah!, al comienzo escribí "nuestro Padre Leonardo" y eso no es un error, es que Leo Silva es mi hermano, perdón .... con mucho orgullo.
Orlando Silva.
Hermosa historia de trenes, generaciones y el tango Adios Muchachos.
ResponderEliminarGracias Hermano
Fantástico Leo, gracias por brindarnos estos recuerdos sobre todo a los que estamos fuera de Chile.
ResponderEliminarUn etepiano que vive en Madrid (compañero de tu hermano)
Pancho Queiruga
Gracias a ti Pancho. Es muy emocionante saber que mis relatos llegan a Madrid a acompañar a los porteños que están lejos y llevarles un poquito del aire y de las historias de Valparaíso.
ResponderEliminarAbrazos Totales
A disfrutar algo de 1959 El gran Satchmo........
ResponderEliminarNo sé si alguna vez escucharon esta versión por Louis
Armstrong del tango "Adiós Muchachos", pero si lo hicieron,
seguro no les hará mal volver a verla y oírla.
Fíjense en su segunda entrada de trompeta, cómo convierte al
tango en puro swing.
Esta interpretación, que tuvo lugar en 1959, la repitió el
de julio de 1971, con toda la impronta de una despedida.
Satchmo murió al día siguiente mientras dormía, quizá
soñando con un mundo de paz, de regocijo y esplendor.....
y tal vez buscando a “los muchachos………"
QUIEN PUDIERA DESPEDIRSE ASI!!!!
Hernán
Que increible historia que viene a afirmar la fama de Yeta de este tango y que hermana a dos grandes.
ResponderEliminarEstoy impresionado!!!
Agradecido enormemente.
Buena historia, te felicito.
ResponderEliminarMuchas gracias a este último comentario
ResponderEliminarSaludos y felicitaciones por el blog, uno de los mejorcitos sobre valparaiso, te escribe el cabro que el otro dia te encontraste a los pies del ascensor polanco y aproveche ahi mismo de felicitarte por el blog, me encanta que hallan tipos como que hagan buenos tours por Valpo, con awante, y que escriban sobre mi pancho querido con pasion... yo como te contaba yo tambien hago guias turisticas (cuando puedo, ya que aun estudio)generalmente las partes tipicas, pero aveces me aventuro con algunos trekking urbanos y lugares no tan turisticos.
ResponderEliminar... va se me olvido colocar mi nombre, Isaac me llamo, encantado de conocerlo en persona esa vez en el polanco.
ResponderEliminarHola Isaac:
ResponderEliminarEstoy muy agradecido por tu comentario y por la forma en que me saludaste cuando nos encontramos en Polanco. Yo estaba guiando y la sorpresa de tu saludo fue mayúscula. Te pido disculpas si parecí torpe al responder. La verdad, nunca sé como reaccionar en estos casos. No es la primera vez que me pasa y siempre me quedo con la sensación de que no supe como retribuir el saludo y los comentarios de una manera completa.
Que bueno que pasaste por el blog a dejar tu comentario, así puedo responderte como se debe.
Es genial que intentes esos "Walking Tours" por lugares supuestamente no turísticos. El caracter de la ciudad lo aporta su propia gente, los propios porteños.
Nosotros somos Valparaíso compadre.
Que no se nos olvide nunca.
Abrazos Totales!!!!
El tango no es bonaerense, es porteño.
ResponderEliminarO si lo quieren decir de otra manera, (para no confundir con Valparaíso) es de la CIUDAD de Buenos Aires.
Pero bonaerense es de la PROVINCIA de Bs Aires.
Leer "bonaerense" es como leer "valparaisense"
Saludos tangueros